Las nubes entreabriéndose para dejar pasar algunos rayos de sol en un paisaje eminentemente rural. Este efecto de los rayos del sol suele ser conocido como los «Dedos de Dios», por su disposición a modo de los dedos de una mano bajando del cielo.
No es un efecto muy habitual pero cuando se da la oportunidad hay que aprovecharla, aunque sea con un móvil, como es el caso.